PARQUE NACIONAL DE IGUAZÚ

Uno de los destinos que más me ha gustado fotografiar, ha sido el Parque Nacional de Iguazú, Patrimonio de la  Humanidad desde el año 84. Con casi 68.000 hectáreas de selva, cada rincón es un motivo para captarlo con nuestra cámara. Vegetación exuberante, fauna a nuestro alrededor, y las cascadas más impresionantes del mundo, lo convierten en un viaje recomendable, casi obligado para el fotógrafo viajes y naturaleza. En el Parque se trata de mantenerlo todo lo más puro posible, y hacer las obras precisas para compaginar el turismo y la conservación, así por ejemplo una vez que llegas a la entrada del Parque, y tras pagar unos 17€, nos recoge un trenecito que nos adentra 10 km en el Parque, y nos deja en la red de senderos.
El río Iguazú tiene 1320 km. de longitud y en muchos kilómetros hace frontera entre Argentina y Brasil. Su anchura varía desde los 500 hasta los 1000 metros, rompiéndose en varios brazos, hasta 260, que rodean pequeñas islas y rocas, cada brazo del río cae por los grandes cortados de una fractura o falla del terreno, creando las impresionates cascadas. El salto más grande es el Salto del Diablo, y su altura es de 80 metros. El conjunto tiene más de 5 kilómetros de caídas. Tras 27 kilómetros de recorrido se une al río Paraná, en el lugar conocido como el Hito de las Tres Fronteras, pues allí se unen Argentina, Brasil y Paraguay. Este es un rincón de la selva, en el que vive una tribu de Guaranís, y a los que se les puede ver, pero no dejan bajar del barco, en teoría para preservarles de la influencia de la mal llamada "civilización", a mi me pareció un poco una turistada, pero si es verdad que gracias a estas visitas, y las ventas que hacen de su artesanía en el barco, viven un poco mejor, pues bien venido sea, pero.....
Bueno os dejo algunas fotillos y espero que os gusten.