En la provincia de Albacete, donde el río Júcar abandona tierras manchegas, para entrar en la provincia de Valencia, encontramos un tramo de dos kilómetros de agua encañonada entre bosque re ribera y paredes verticales. Es un tramo casi salvaje, donde nos encontraremos fácilmente con familias de cormoranes y con algo más de suerte con una nutria. Es el Tranco del Lobo; y para legar a él debemos dejar atrás Alcalá del Júcar y la aldea de Tolosa; seguimos por una pequeña y estrecha pista asfaltada, cruzaremos el río, seguimos por otra pista paralela al río, por su orilla izquierda. El paraje merece un viaje.
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