Hoy vamos a fotografiar lagunas al atardecer, pero desde un punto de vista más artístico que documental, un tema que con un poco de esfuerzo por nuestra parte, nos va a deparar buenos resultados.
España goza de un gran número de zonas húmedas: lagunas, navazos, tablas, embalses, charcones, pantanos, etc; por lo que no va a ser difícil encontrar a nuestro modelo.
El atardecer nos va a permitir jugar con las luces, luces que cambian rápidamente según va oscureciendo (por lo que se recomienda el uso de trípode); lo ideal es visitar el lugar antes de la sesión para ver ángulos y horas, ya que las tomas pueden ser muy distintas, con solo media hora de diferencia.
Lo idóneo es tener tiempo para andar por la orilla de la laguna, y buscar rincones o temas que nos atraigan, o nos permitan interpretarlos fotográficamente así, podemos jugar con las líneas o reflejos, o incluso añadir temas que nos hablen de la lagunas y sus usos.
Otra forma de dar un toque interesante y atractivo a nuestras imágenes, es usando o abusando de los contraluces, es decir, situando entre nosotros y la fuente de luz un objeto reconocible para el espectador. Si quremos captar su silueta en negro, debemos medir la luza a las altas luces, con lo cual el diafragma se cierra y no le llega suficiente luz al objeto; pero también podemos darle un golpe de flash a la segunda cortinilla, para que salga la luz del atardecer y el objeto identificable. Nosotros decidimos.
Por último los datos técnicos que os recomiendo son: Trípode, cable disparador o disparo retardado, prioridad al diafragma f:22; balance de blanco automático si está calibrado o luz nublada, la otra solución es un balance de blanco a la temperatura del momento, pero esto es más especializado.
Suerte y a salir a las lagunas
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